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El comportamiento visual del cerebro adolescente durante la experiencia estética


En 2010 un grupo de investigadores italianos dirigidos por Federicca Zavazzi se propuso investigar qué ocurre en el cerebro adolescente cuando ve una #obradearte. En 2014 fue publicada su investigación en la que, mediante la técnica del eye-tracking, pudieron capturar la conducta exploratoria visual de adolescentes mirando pinturas. Sus hallazgos y recomendaciones son necesarias para replantearnos la #educacióndelarte en la #posmodernidad.


Cabe destacar que la adolescencia es una edad peculiar caracterizada principalmente por cambios físicos y psicológicos que pueden afectar la percepción de uno mismo y de los demás. Esta peculiaridad perceptiva puede influir en la manera que interactúan los procesos ascendente y descendente. Los procesos ascendentes activan habilidades atencionales precognitivas como identificar, describir, y analizar que se despiertan el cerebro mediante el movimiento, el color y el contorno de los objetos. Los procesos descendentes son las habilidades en las cuales le damos significado de forma consciente a la experiencia vivida: reflexionamos.


Veinte adolescentes de entre 14 y 16 años estuvieron expuestos a dieciséis pinturas dinámicas y estáticas, ocho de las pinturas eran paisajes y ocho eran de figuras humanas. Se le solicitó a los adolescentes que juzgaran las obras que consideraban como bellas y en movimiento. El resultado fue que los adolescentes juzgaron los paisajes como imágenes más hermosas. Los científicos discuten que puede deberse a que los paisajes suelen mantenerse como paisajes a lo largo de muchos años. En cambio, la manera en que vemos la figura humana se ve afectada por el tiempo y la moda.


Por otro lado, existen modelos culturales de juicio estético que son aprendidos por los jóvenes acerca de lo que es o no bello que éstos aplican de inmediato al ver una obra, en especial si contiene figuras humanas. Su juicio no se trata de respuestas razonadas si no más bien de modelos aprendidos por influencias culturales o gusto personal. De hecho, cuando se les pidió que juzgaran las obras bellas o no, invirtieron mucho menos tiempo en las que juzgaron como no bellas.


El cuerpo humano


El comportamiento visual del adolecente dista mucho del comportamiento de juicio. Cuando Zavazzi y su equipo compararon el tiempo invertido en obras con paisaje y obras con figuras humanas observaron que los ojos de los adolescentes se posaron por mucho más tiempo en procesamiento relacionado al contenido. Al ver obras de figuras humanas los datos revelaron que el comportamiento del ojo se detiene por más tiempo en pocas y muy específicas áreas, lo que sugiere que el cuerpo humano ejerce un fuerte poder en orientar, atraer y de provocar atención visual.


Es posible interpretar estos resultados con la teoría de percepción del arte de simulación corpórea. Según esta teoría la visualización de las acciones, sensaciones y emociones en obras de arte activan las neuronas espejo. Se activan las neuronas correspondientes a dichas acciones, sensaciones y emociones en el cerebro del espectador. En otras palabras, el #cuerpohumano parece ser una guía específica y sólida para la atención adolescente.


El contenido y el contexto; ruta hacia el significado


A pesar de que el cuerpo es importante, especialmente la cara, la tractografía detectó que los ojos

de los adolescentes se detuvieron por más tiempos en las extremidades (piernas y pies, manos y brazos) para identificar lo que estaban haciendo y finalmente en la cara, que es la puede expresarnos emociones más evidentes. Esta evidencia puede delinear las dificultades que tienen los adolecentes al procesar a nivel consciente experiencias corpóreas, como las emociones. De hecho, esta etapa del desarrollo es bien estresante por que el cerebro está cambiando y el lóbulo frontal aún se está desarrollando.


Las destrezas emergentes de regulación emocional le dificultan al adolescente estar alerta aún de sus propias emociones, así como ponerse de forma acertada en el lugar del otro o usar un lenguaje apropiado para referirse a los sentimientos de los otros. Esto puede explicar por qué el rostro es lo último que miran en la obras con figuras humanas. Entender lo que sucede en la obra les tomó mucho más tiempo que juzgar si la obra era bella o no. Otros estudios como el de Le Meur (2017) muestran un movimiento ocular similar como en la imagen de la obra Desayuno en la Yerba de Manet.


¿Cómo enseñar artes visuales de acuerdo a esta nueva información?

Los investigadores italianos concluyeron que la data obtenida apoya perspectiva de #educacióndelarte que enfatiza en que el adolescente descubra el significado a través del envolvimiento multisensorial más que en el enfoque tradicional donde el adulto le provee la información ya procesada. Esto último puede ser un error de enseñanza ya que los adultos procesan y entienden la información de manera descendente (evaluación), diferente al niño que lo hace de manera ascendente. Añadieron que la implicación del adolescente tratando de entender lo que sucede en la obra durante la experiencia estética, permite la activación de estructuras neuronales que involucran la interacción social empática.

El video muestra a Emanuel Ayala en una clase demostrativa de Educación del Arte basada en la filosofía de #MaxineGreene y la #neuroestética con la obra #Gestuario de #AntonioMArtorell en la Escuela de Artes Plásticas y Diseño, Puerto Rico.


En otras palabras, con los datos acerca de cómo el cerebro adolescente procesa la información para convertirla en significado hay que preguntarnos si debemos seguir enseñando a base de elementos y principios del arte o si enseñar como dice #MaxineGreene, a base de la experiencia, del sentir, del moverse, del escuchar y del ver.


Las implicaciones de esta investigación a la educación del arte en la posmodernidad significa que nuevos acercamientos basados en cómo el cerebro aprende pueden ayudar a la experiencia adolescente con el arte primeramente a través de su cuerpo y después desarrollar un pensamiento reflexivo respecto del significado. Es hora de replantearnos nuestra práctica, los elementos formales no son la ruta del aprendizaje sino el #cuerpo, las #emociones, las #historias, por lo tanto, nuevos modelos de enseñanza son necesarios.


Clase de educación estética de Jackeline González en Humacao, Puerto Rico, con la obra #Musas de #AnexBurgos.



Grisselle Soto Vélez es profesora de Educación del Arte en la Escuela de Artes Plásticas y Diseño, artista y consultora educativa. Fue directora del Programa de Bellas Artes del Departamento de Educación en Puerto Rico haciendo una gran obra de desarrollo profesional y curricular. Puedes visitar y compartir su blog en www.neuroestetika.com.


©Todos los derechos reservados.


Referencias


Cupchik GC, Vartanian O, Crawley A, Mikulis DJ (2009) Viewing artworks: Contributions of cognitive control and perceptual facilitation to aesthetic experience. Brain and cognition 70: 84–91. doi: 10.1016/j.bandc.2009.01.003

Greene, M. (2004). Variaciones de una Guitarra azul. (1st ed.). Editorial Edere: México

Hubard OM (2007) Originals and reproductions: The influence of presentation format in adolescents’ responses to a Renaissance painting. Studies in Art Education 48(3): 247–264.

Le Meur, O. (2017) Visual attention saccadic models learn to emulate gaze patterns from childhood to adulthood, One paper in IEEE TIP, France

Parsons M (1987) How we understand art: A cognitive developmental account of aesthetic experience. Cambridge: University Press.

Savazzi F, Massaro D, Di Dio C, Gallese V, Gilli G, et al. (2014) Exploring Responses to Art in Adolescence: A Behavioral and Eye-Tracking Study. PLoS ONE 9(7): e102888. doi:10.1371/journal.pone.0102888

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