¿Por qué la gente visita los museos?
Cuando visito un museo lo hago con curiosidad, buscando aprender algo nuevo o repasando algo conocido porque la lectura de una imagen al cerebro siempre tiene algo nuevo que contar. Además de, experimentar nuevas emociones. Y por supuesto, para cultivar experiencias estéticas.
Por lo general, la gente piensa que va a un museo para ver obras de arte. Lo cual resulta muy llano. Por otro lado, debemos reconocer el rol de los maestros de arte en gestionar y facilitar que los ciudadanos de edad escolar puedan ir al museo. En ambos casos museos y escuelas comparten un rol educativo de gran escala. ¡¡Gracias a esos maestros de arte por eso!! Luego de esa experiencia, queda ir al museo por voluntad propia.
La visita a los museos está definitivamente vinculada a las emociones tanto positivas como negativas y al aprendizaje que derivan de la experiencia.
Factores que influyen en el espectador
Pelowski (2017) observa la necesidad de integrar procesos emocionales de abajo hacia arriba (desde que se encuentra con la obra de arte se desencadenan emociones que tienen su momento tope).
Posteriormente, se inicia un proceso descendente que consiste en dar significado: mecanismos de arriba hacia abajo que pueden describir cómo los individuos se adaptan o cambian dentro de su experiencia de procesamiento. Como consecuencia, los individuos pueden llegar a resultados particularmente conmovedores, perturbadores, transformadores y mundanos.
Pelowski y colaboradores (2017) identificaron las rutas neuronales por donde fluye información en el cerebro. En determinadas zonas se procesa información emocional que cumple la función de cotejo y regulación de la emoción y en otra zona se establece la relevancia de la información respecto del sí mismo.
De acuerdo con Pelowski (2017) existen diferentes factores a considerar para que la persona reaccione a las obras de arte:
Características de bajo nivel perceptual: simetría, líneas, colores, patrones, objetos identificables.
La personalidad del espectador, conocimiento, educación y contexto: trasfondo, recuerdos, asociaciones y cultura
Expectativas: emociones/afectos, físicas/acciones, evaluaciones, significados, entendimiento
Respuestas de segundo orden perceptual: significado profundo, nuevas implicaciones/percepciones, aprendizajes, ajustes en la emoción/juicios
Anécdotas y experiencias especiales: armonía profunda, fluir (flow), emociones intensas, perderse en sí mismo, interrupción de la cotidianidad, emoción de utilidad sentida vs. Emoción de Inutilidad sentida
Impacto a largo plazo: cambios en la personalidad y su visión del mundo, su relación con el arte, ajuste social
Las emociones negativas y su rol al VER arte
Según Menninghaus (2017) muchas emociones negativas tienen un control particularmente poderoso sobre la atención. Cuando surgen emociones negativas, éstas son menos propensas a desvanecerse que las emociones positivas, y a menudo tienen un acceso a almacenamiento privilegiado en la memoria.
Las emociones negativas que surgen al ver arte pueden hacer que el espectador guarde cierta distancia y hasta no quiera volver al museo. Sin embargo, son esas mismas emociones negativas las que pueden mantener a otro espectador conectado con lo que ve. En este caso, hay un distanciamiento, pero ese distanciamiento de la obra le permite hacerse más preguntas de una manera digamos, un poco más objetiva. ¿Debe evocar emociones negativas una obra? La respuesta no es sí o no. Por que todo dependerá de los factores antes mencionados por Perlowski. Hay obras que derivan emociones positivas de placer, otras, de disgusto y es el espectador quien decide, no necesariamente el artista con su obra. Por eso es necesario, la inclusión de la enseñanza acerca de las emociones estéticas en la educación del arte. Al exponer al público de forma intencional a descubrir lo que siente y expresarlo le estamos ayudando a procesar emociones que de otra manera podrían permanecer en la memoria de forma negativa o ser mal canalizadas.
¿Qué sucede en la persona luego de visitar un museo?
La gente visita los museos con diferentes motivaciones. Cotter y colaboradores (2020) comparten con el público los hallazgos a esta pregunta usando el modelo de Identidad del Visitante de Falk para examinar la motivación de los visitantes para visitar un museo de arte. Los autores evaluaron:
la prevalencia de diferentes tipos de motivación;
cómo se relacionan las motivaciones y los resultados de la visita con la satisfacción y la duración de la visita;
la relación entre las motivaciones de la visita y el cumplimiento de expectativas.
Con respecto a cada punto de la evaluación descubrieron que:
los visitantes respaldaron con más fuerza sus motivaciones y los resultados de la visita relacionados con la exploración y, en menor medida, con facilitar la visita de otra persona;
los resultados de la visita fueron más que las motivaciones de la visita;
los resultados de la visita cumplieron o superaron en gran medida las expectativas previas a la visita de los visitantes.
Los presentes hallazgos sugieren que los resultados de la visita son más importantes que las motivaciones para la visita. Sugerimos que examinar la totalidad de una visita y por su puesto, la calidad de la experiencia en el museo es determinante para volver.
Relación {arte} - {bienestar}
Mastandrea (2019) sostiene que las visitas al museo tienen resultados extraordinarios en el bienestar de las personas.
Algunos de los beneficios de visitar el museo de arte incluyen la mejora de la memoria y menores niveles de estrés y la mejora de la inclusión social lo que podría promover la salud y el bienestar. Las poblaciones estudiadas incluyen personas mayores , personas con problemas de salud mental persistentes, personas con demencia y personas socialmente aisladas. Además, en un estudio con personas con demencia y sus cuidadores, que vieron galerías tradicionales y contemporáneas, reflejaron el impacto social positivo y la mejora cognitiva.
¿Por qué es importante reducir el stress?
El estrés produce una sustancia conocida como cortisol. Si bien en determinados momentos un incremento de cortisol puede hasta salvarnos la vida también puede destruir órganos de nuestro cuerpo y afectar el sistema inmune si se está constantemente expuesto al mismo. Sin embargo, si como Mastandrea sostiene que la exposición al arte reduce los niveles de estrés, significa que puede calmar y reducir la cantidad de veces que la persona se enferma.
Aunque esto es de mucho interés para el ámbito de la salud, lo mismo aplica a todas las poblaciones.
Relación {arte} - {educación}
Mastandrea también observa cómo exponerse al arte mejora la calidad educativa. Al aprender a través del arte, el alumno aborda un tema creando arte, respondiendo al arte o realizando trabajos artísticos, no estudiando el arte como disciplina teórica. Este aprendizaje basado en el arte (ABL) es usado como un método de enseñanza es eficaz para aumentar las habilidades de observación de los estudiantes, la empatía (es decir, la capacidad de empatizar con el estudiante y desarrollar la compasión), la comunicación no verbal y las relaciones interpersonales, en comparación con los programas de enseñanza tradicionales.
El autor sugiere que durante el procesamiento de información al ver la obra de arte a nivel estético, se activan áreas cerebrales relacionadas con la recompensa (núcleo acumbens), lo libera neurotransmisores de la felicidad como la dopamina y la serotonina. Esto desencadena emociones positivas y placer que, modulando el estado afectivo, aumentan la predisposición individual a actividades cognitivas como el aprendizaje. Lo mismo sucede respecto al bienestar.
En fin, que las personas que visitan el museo no son necesariamente expertos del tema, por lo que no hay que limitarse a ir por uno “no sabe”. Visitar ayuda a mejorar nuestra salud mental, nos ayuda a lidiar con emociones negativas, nos despierta emociones positivas y aumenta nuestros recursos cognitivos. O sea, al final conocerás más de lo que crees y tu red social será más amplia, tendrás más salud y te sentirás mejor.
¿Cuándo será tu próxima visita al museo?
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Dra. Grisselle Soto Vélez Es Maestra de Arte en el Distrito Escolar de Columbia, Washington. Maestra del Mes (febrero 2020). Ha sido Directora y Profesora de Educación del Arte en la Escuela de Artes Plásticas de Puerto Rico logrando la certificación de maestros del 100% de los candidatos a maestros. Evaluadora de la Fundación Cortés y consultora educativa en Puerto Rico. Dirigió el Programa de Bellas Artes del DE de Puerto Rico (2001-2008) realizando una importante revisión y transformación curricular. Graduada de la Universidad Interamericana, Puerto Rico (EDD). Universidad Nacional Autónoma de Mexico (MFA). Escuela de Artes Plásticas y Diseño (BFA)
Referencias
Cotter, K y Silvia, P. (2020). Why Do People Visit Art Museums? Examining Visitor Motivations and Visit Outcomes. Research Gate.
Mastandrea S, Fagioli S and Biasi V (2019) Art and Psychological Well-Being: Linking the Brain to the Aesthetic Emotion. Front. Psychol. 10:739. doi: 10.3389/fpsyg.2019.00739
Menninghaus, W. (2017). The Distancing-Embracing model of the enjoyment of negative emotions in art reception. BEHAVIORAL AND BRAIN SCIENCES (2017), Page 1 of 63 doi:10.1017/S0140525X17000309, e347
Pelowski, M, Markey, P., Forster, M., Gerger, G., Leder, H. (2017) Move me, astonish me. . . delight my eyes and brain: The Vienna Integrated Model of top-down and bottom-up processes in Art Perception (VIMAP) and corresponding affective, evaluative, and neurophysiological correlates. University of Viena
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